domingo, 12 de marzo de 2017

EDITORIAL

¿ QUE ES EDITORIAL ?


ESTRUCTURA 

la redacción 

Al iniciar este acápite debemos recordar que el editorial se distingue por ofrecer una visión clara y sintética de un problema determinado. Este enfoque debe ser lo más completo e integral posible. Debe describir las interrelaciones, profundizar las causas, prever las consecuencias, establecer conclusiones justas y orientar la vía a seguir para resolver la situación planteada.

“En este sentido, el primer atributo que debe tener el editorialista debe ser el conocimiento del tema. En el editorial lo que domina no es la forma periodística –importante e inexcusable-, sino la idea, la fuerza lógica de la argumentación”.[1]
Para redactar el editorial se debe tomar en cuenta los siguientes puntos:
El tema elegido para el efecto sea evidentemente trascendental.
El editorialista (y el medio) tengan realmente algo que decir respecto a ese tema.
Se debe tener y manejar una idea clara que guíe todo el texto dándole continuidad y unidad.
Se tenga el propósito de querer influir con las ideas del medio en los criterios del público.
Se incentive, con el contenido y direccionalidad del texto, hacia la acción.
Tenga un estilo interesante de escribir.

El Título.

El título en los géneros de opinión tiene mayor libertad y se acomodan a los contenidos. En el título se puede incluir adjetivos y juicios de valor, a diferencia del género informativo.
En los títulos de opinión no es necesario que tenga un verbo, puede ser enunciativo o también exhortativo, marca el carril o tema sobre el cual se va a escribir. El título tiene que ser altamente creativo.
Un buen titular de editorial es aquel que respeta el contenido desarrollado en el texto, sea sintético y resulte atractivo. Es necesario que el título haga referencia al aspecto más importante del tema que se desarrolla en el texto. Porque igual que en el titular informativo resulta inadmisible anunciar algo en el titular que luego no esté contemplado en el texto.
Los titulares de opinión por lo general son muy breves. En el caso del editorial presentan el tema y en su caso por la adjetivación que emplean dan un adelanto de la opinión. “La extensión si bien suele estar en función de la importancia del tema, la tendencia es ajustarse a un número de palabras, más o menos fijo, y que se considere suficiente para los fines propuestos”.

Desarrollo y Análisis.

Para la parte del desarrollo y análisis según los autores sin diversas las posibilidades que se pueden plantear, ya que no existe un único modelo.
Según Alex Grijelmo explica que debería tener la estructura de las sentencias judiciales. “El editorial empezará con una exposición de los hechos que vayamos a juzgar (lo cual ayuda al lector a tener la información necesaria sobre el tema que se trata). A continuación, interpretaremos cómo encajan los hechos en lo que nosotros pensamos acerca de la sociedad, la política, etc., y finalmente obtendremos la sentencia tras relacionar el primer apartado y el segundo. Es decir, resultandos, considerandos y fallo”.[2]
Por su parte, Natividad Vargas explica que en el editorial “el tema debe afrontarse de entrada, sin preámbulos evasivos ni párrafos introductorios que alejan la atención del lector o lectora. En el desarrollo del texto, no debe aparecer la utilización del “yo” personal del autor, ya que quien razona y opina no es un periodista concreto sino el periódico como institución social”.
En este sentido, en el primer párrafo se plantea la tesis, o en algún caso la hipótesis, en los párrafos siguientes se desarrollan los argumentos, y finalmente se ratifica la tesis planteada y se subraya lo que se está diciendo, y en caso de que se hubiera planteado una hipótesis, en este párrafo se presentará la tesis.
Mientras, que Juan Gutiérrez Palacio explica que la estructura del editorial es bastante uniforme y son tres pasos a seguir:
El texto editorial comienza con la noticia, que es el punto de partida de ese editorial. Esta exposición, aunque esencial, debe ser breve ya que la información detallada se publicó en los espacios informativos. El autor del editorial valora a la vez el acontecimiento.
El cuerpo del editorial puede tomar las formas de interpretación, opinión o reacción. A veces, puede haber una instancia a la acción, quizá a la oposición, dependiendo del punto de vista del editorial sobre el tema.
El cierre del texto debe ser un párrafo breve que hace hincapié de los puntos más importantes del editorial o bien recapitula los razonamientos anteriormente expresados.

Juicio o Conclusión.

El juicio es “el pensamiento expresado en forma de proposición enunciativa en la cual se asevera algo sobre las cosas”.[3] En este marco, cuando se realiza el editorial se puede plantear los siguientes tipos de juicio:
Analítico. Es aquel en el que no se asume una posición explícita, sólo explica, es un juicio implícito.
Sintético. En este tipo de juicio se toma una posición, se dice si está bien o está mal sobre lo que se analiza.
Hipotéticos. Aquí se juega con el planteamiento de una hipótesis, es decir que no se plantea una tesis. El editorial plantea posibles escenarios.
Categóricos. En este juicio el editorial se mete a hacer campaña, se juega por algo. (plantea, esto es así). No es conveniente usarlo.
Disyuntivos. Se la plantea como una advertencia señala “si no hacemos esto, pasará lo otro”.

Llamado o Mensaje.

En esta parte se hace referencia a la inducción de la actitud o vías de acción a adoptar en consecuencia.
Luego de que el editorialista realizó el análisis del acontecimiento, razona y predice los acontecimientos del mañana y su posible mejora o solución.
En este marco, podemos recordar lo mencionado por Grijelmo que menciona que se culmina el editorial con un “fallo”, el que corresponde con la solución o el rumbo que se le da al problema analizado.
Analizando a estos autores podemos concluir que la estructura del texto deben ser construidos desde el comienzo al final de forma reflexiva. Si en el primer párrafo descubrimos el tema general que nos ha movido a escribir el editorial, en el párrafo final debe quedar bien claro la conclusión, solución o rumbo que damos al problema. La transición de una parte a otra será de forma lógica y coherente, sin grandes saltos o cambio que dificulten o entorpezcan la comprensión.


TIPOS DE EDITORIAL


  • Explicativos: en los que se explica algo, sin opinar de manera evidente.
  • La tesis u opinión: en los que se expresa claramente la opinión favorable o desfavorable.

Según la función social:
  • 'Informativos': se dirige al conocimiento o la percepción.
  • 'Interpretativos': introduce causas, efectos, futuro, conjeturas, entre otras.
  • Argumentativos: se dispone en forma retórica, con argumentaciones y contrargumentaciones, para tratar de llegar al ánimo del lector.
  • De acción: en él se tratan de poner en acción todos los resortes por los cuales se pueda mover la voluntad del lector.






EJEMPLOS DE EDITORIAL











VÍDEOS  EXPLICATIVOS 




Qué es el Diseño Editorial




COMO HACER UNA EDITORIAL


Alvaro Jeffer Rodríguez Rodríguez

¿QUE ES EDITORIAL?
Un editorial pertenece al género periodístico, y consiste en un texto expositivo-argumentativo, normalmente no firmado, que explica, valora y juzga un hecho noticioso de especial importancia. Se trata de una opinión colectiva, de un juicio institucional formulado en concordancia con la línea ideológica del medio. En otras palabras, es una opinión o comentario que hace el editor sobre la noticia, y escrita según las experiencias del editor o de los editores.
Se trata de un texto tradicional de los periódicos y suele aparecer situado en un lugar preferente dentro de la sección de opinión de un medio de comunicación. Aunque el editorial no lleva firma, ya que resume una opinión colectiva, hay periodistas encargados de su redacción, los llamados editores. En muchos casos, lo escribe el director del periódico.
El editorial está siempre ligado a la actualidad, ya que su relación con un hecho reciente es lo que le otorga la característica de mensaje periodístico y lo aleja de ser un ensayo breve.
¿FUNCIONES?
El editorial puede cumplir diversas funciones a la vez. Las funciones del editorial son explicar los hechos y su importancia, dar antecedentes (contextualización histórica), predecir el futuro, formular juicios morales o de valor y llamar a la acción.
¿TIPOS DE EDITORIAL?

1. Expositivo: Se enuncias hechos para justificar una postura.

2. Explicativo: Manifiesta las presuntas causas de acontecimientos.


3. Combativo: Su función, luego, es auténticamente propagandística para la caracterización religiosa, partidista o sindicalistas. Acentúa la protesta, la condena, la oposición intransigente, para intentar ganar adeptos.


4. Crítico: Hace la vez de juez en nombre de la opinión pública 

5. Apologético: Pertenece a los órganos de los oficialismo de los gobiernos. Su finalidad es divulgar en el tono más apasionado posibles las bondades de un sistema de gobierno. 

6. Admonitorio: Exhorta al cumplimiento de las reglas, advierte los peligros, señala experiencias anteriores para ejemplificar. 

7. Predictivo: Sobre la base de análisis de situaciones diagnósticas resulta de tipo social y político.



Características:
a) Sustancioso: Rico en ideas realmente sustanciosas; que cada frase tenga una razón; que no haya palabrería inútil  ni retorcimientos retóricos.
b) Contundente: Que vaya al grano del asunto; que se exprese sin titubeos.
c) Afirmativo: Que no se limite a reprobar sino a que proponga soluciones.
d) Penetrante: Que no se quede en la superficie de los asuntos que aborda sino que vaya más allá.
e) Ágil: Que esté redactado con fluidez y claridad, con lógica y sin rebuscamientos para que su lectura no resulte cansada, aburrida o incomprensible.
f) Convincente: Que trate de ganar con argumentos la voluntad de los lectores, que los mueva a pensar como la institución periodística piensa.
g) Breve: Que diga mucho en pocas líneas y trate de agitar en breve espacio  temas que entrañan siempre tesis profundas y vastas.

h) Trascendente: Que su juicio resulte perdurable y de influencia en la conformación de criterios.

Estructura:
El Editorial requiere atrapar la atención del público con una entrada lo suficientemente atractiva para despertar el interés y conservarlo sin decaimiento hasta el final del escrito.
Al buen comienzo debe seguir un fácil y siempre lógico desarrollo del comentario, que invariablemente entraña una tesis doctrinaria.
Finalmente, ha de procurarse terminar el escrito con un remate que implique una condensación afortunada del pensamiento central.

Estilo:
Es imposible reglamentar el estilo de un editorial, pero puede señalarse que para cumplir con sus propósitos deben evitarse los “Lucimientos” declamatorios y la ampulosidad empalagante de la retórica.
El Editorial está destinado a todos los lectores, entre quienes habrá sabios, ignorantes, sensibles, fríos, escépticos, apasionados y simpatizantes de la idea.
Por lo anterior, el estilo debe ser comprensible, sin detrimento de la exposición lógica.
Clasificación:
a) De lucha: Que ataca, exige y sugiere; que es fundamentalmente combativo y ordinario.
b) De testimonio: Que toma serenamente una posición y la fundamenta.
c) Aclaratorio e instructivo: Que se propone explicar el hecho que lo suscita.
d) Retrospectivo: Que comenta lo sucedido con la satisfacción leve o mordazmente expresada del “ya lo decíamos nosotros”.
e) Necrológico: Cuando el personaje o los personajes a que está dedicado merecen un sitio tan destacado en la publicación.
f) Previsorio: Que mira al porvenir que, sin pretensiones proféticas, se adelanta convincentemente la presente y elabora una hipótesis a futuro.

Juan Pablo Perez Rojas.

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